Redactado por: Gerardo Alarcón Campos:
Rubén Jaramillo Ménez nació en el año 1900. Sobre su lugar de nacimiento no se tiene certeza, pero es probable que haya sido en la comunidad de Tlalquitenango, Morelos. A la edad de 15 años, Jaramillo fue reclutado por el Ejercito Libertador del Sur, al mando del general Emiliano Zapata. Su labor en combate le hizo ganarse el rango de capitán primero de caballería a los 17 años, llegando a estar al mando de 75 combatientes, con el tiempo se convertiría en un miembro respetado del Ejército Libertador del Sur.
Jaramillo, una vez terminada la guerra, luchó legalmente ante el gobierno de Carranza por la repartición de tierras en su pueblo natal, Tlaquiltenango, Morelos. Una vez obtenidas, se dedicó al igual que los campesinos de la región, al cultivo de arroz y en muestra de buena voluntad, conmino a sus antiguos compañeros a colgar las armas y proseguir con la lucha por la tierra por medios legales, sin embargo, precavido, advirtió a sus compañeros sobre nunca bajar la guardia y estar listos a volver a tomar las armas por si fuera necesario:
“No son los muchos hombres los que triunfan, sino las ideas basadas en la justicia y el bien social (…) nos vamos a diseminar los unos de los otros con el fin de reservar nuestras vidas para mejores tiempos, y desde hoy la revolución, más que de armas, ha de ser de ideas justas y de gran liberación social (…) aunque estemos lejos los unos de los otros no nos perderemos de vista y llegando el momento nos volveremos a reunir. Guarden sus fusiles cada cual donde los puedan volver a tomar”.
Con el tiempo, la desconfianza de Jaramillo por el nuevo gobierno post revolucionario estaría justificada. Paulatinamente, la carencia de recursos económicos para que los campesinos trabajaran la tierra, así como la carencia de maquinaria e infraestructura de riego, aunado al restablecimiento de las viejas relaciones de dominación rural tales c0omo el poder de los terratenientes, acaparadores y prestamistas, fueron deteriorando las victorias obtenidas por los campesinos durante el conflicto. La creación del Banco Nacional de Crédito Agrícola en el año de 1932 hará que Jaramillo comience su carrera como líder agrario, organizando a los campesinos para obtener créditos que les ayude en su producción y a liberarlos de los abusos de los prestamistas.
El cardenismo y la reforma agraria implementada durante este tiempo mejorarían la condición del campesinado a lo largo del país. Jaramillo, quien además era amigo de Lázaro Cárdenas, impulsó su lucha legal mediante los vehículos institucionales creados durante este gobierno para la consolidación del proyecto del ingenio azucarero Emiliano Zapata en Zacatepec, Morelos. La intención de Jaramillo al crear este ingenio era poder liberar a los campesinos arroceros del dominio de los acaparadores e intermediarios regionales que lucraban con el precio del arroz.
El ingenio, se manejaría gracias a un consejo de administración conformado por obreros y campesinos, la Sociedad Cooperativa de Ejidatarios, Obreros, y Empleados Emiliano Zapata del cual Jaramillo sería presidente, logrando precios justos por los cultivos de caña y salarios dignos para los trabajadores. El ingenio de Zacatepec se convirtió en un punto de referencia en la región y a sus instalaciones irían no solo campesinos de Morelos, sino de los vecinos estados de Puebla y Guerrero.
Esta migración obrera influyó políticamente en los trabajadores del ingenio y principalmente en Jaramillo, quien tendría contacto por primera vez con militantes del PCM, quienes, de acuerdo con la periodista Laura Castellanos, “le dieron a Rubén a leer Semilla libertaria de Ricardo Flores Magón, La madre de Gorki y El manifiesto comunista de Marx y Engels”
Una vez que Cárdenas dejó la presidencia, comenzó el desmantelamiento de algunas de sus reformas sociales y el sometimiento de las principales instituciones y sindicatos populares al control del gobierno en turno y principalmente del partido en el poder. La llegada de Manuel Ávila Camacho a la presidencia de la republica significó el comienzo del deterioro de las relaciones sociales y laborales dentro del ingenio de Zacatepec.
Eventualmente, el gobierno estatal y federal comenzó a apoderarse de la administración, atendiendo los intereses y negocios de la burguesía rural que no estaba satisfecha con la administración del ingenio y acabando con la participación de los trabajadores en las políticas de administración. Jaramillo y sus seguidores, preocupados por esta situación, organizan a los trabajadores del ingenio para exigir un aumento salarial. La huelga en Zacatepec estalla la mañana del 9 de abril de 1942, sin embargo, durante la noche el ingenio es tomado por el ejército mexicano quien procede a detener a los huelguistas, mientras otra decena de ellos eran despedidos
A partir de este momento, el acoso y amenazas contra Jaramillo y sus seguidores fueron creciendo exponencialmente, al punto que el 12 de febrero de 1943, Jaramillo se ve forzado a desenterrar sus viejas armas y huir, ya que un grupo de 15 pistoleros al mando de Teodomiro Ortiz lo estaba buscando para darle muerte.
Imposibilitado para desarrollar su vida cotidiana en paz y su lucha social por medios legales, Jaramillo no tiene más opción que levantarse en armas. El 19 de febrero de 1943, Jaramillo acompañado por una columna de 30 hombres se aventura por las comunidades aledañas a Tlaquiltenango, el sur de Morelos y el suroeste de Puebla en búsqueda de combatientes. La fama de Jaramillo como capitán del Ejército Libertador del Sur y como líder agrario hace que el naciente ejército rebelde tuviera un centenar de milicianos en la primera semana, todos ellos campesinos víctimas de los abusos de la burguesía rural y las políticas del gobierno federal y estatal.
Al enterarse del levantamiento, Lázaro Cárdenas quien se desempeñaba como Secretario de la Defensa Nacional, intercede ante el presidente Manuel Ávila Camacho y logra obtener un salvoconducto donde, por orden federal, se debía respetar la vida de los jaramillistas a cambio de deponer las armas. Sin embargo, el gobierno estatal ignora por completo las órdenes de Cárdenas, y los soldados fieles al gobernador continúan con la cacería mientras que los soldados fieles a Cárdenas mantenían informado a Jaramillo sobre los movimientos del ejército.
Desde la clandestinidad, Jaramillo promulga el Plan de Cerro Prieto, el ideario político mediante el cual se fundamentaba la rebelión. Este plan constituido de 13 puntos proponía:
1) La organización de las fuerzas populares del campo y la ciudad para la conquista del poder político y el establecimiento de un gobierno popular
2) La liberación política, económica, social y cultural del pueblo mexicano en base a los valores del nuevo gobierno popular
3) La nacionalización de las fuentes de riqueza nacional
4) Eliminación del procedimiento burocrático para la entrega de tierras comunales, así como la asignación de créditos a los campesinos para poder trabajarlas
5) Modernización de las técnicas de producción agrícola
6) Redistribución equitativa de la riqueza nacional
7) Mejor educación y eliminación del analfabetismo
8 ) El uso de los avances técnicos y científicos para mejorar la calidad de vida de la población
9) Fomentar la organización política de obreros y campesinos
10) Eliminación de cantinas, bares, prostíbulos y otros “centros de vicio” que solo funcionan para denigrar la dignidad humana
11) El establecimiento de una nueva constitución o en su defecto, una reforma profunda a la constitución de 1917
12) Reducción de los impuestos a las clases trabajadoras, así como la eliminación de los peajes en los caminos para facilitar la movilidad de las fuerzas productivas
13) Desarme total del ejército federal y su sustitución por fuerzas populares armadas.
El Plan de Cerro Prieto es bastante interesante en varios aspectos, por un lado rescata la esencia del Plan de Ayala, el programa político del Zapatismo y al mismo tiempo es notable la influencia del pensamiento socialista al incorporar no solo a los campesinos sino también a los obreros, promover el uso de la ciencia como fuerza impulsora del desarrollo, llamar a la toma del poder político y a la destrucción de las fuerzas represivas para sustituirlas por la fuerza del ejército popular. Así mismo, Jaramillo se encuentra influido por los principios metodistas, iglesia a la cual pertenecía e incluso llegó a ser, antes del conflicto, pastor de una de ellas, esto, al ver este llamamiento a la destrucción de los “centros de vicio”, un llamado no solo a la renovación política y económica, sino también moral.
La primera fase de la rebelión Jaramillista duraría hasta junio de 1944, fecha en la que Jaramillo, gracias a la intervención de Cárdenas, logra una entrevista con el presidente Ávila Camacho, durante este encuentro, el presidente se compromete a atender las demandas de Jaramillo y al mismo tiempo le propone a él y sus seguidores grandes extensiones de tierra en el Valle de San Quintín en Baja California, lejos de la zona de conflicto, oferta que Jaramillo se niega a aceptar.
En el año de 1946, Jaramillo se lanza como candidato a gobernador del estado de Morelos por el Partido Agrario Obrero de Morelos, apoyado por 180 comunidades de ese estado, quienes veían en Jaramillo al sucesor de Emiliano Zapata. Sin embargo, el apoyo popular no pudo evitar que el autoritarismo del Estado mexicano se hiciera presente, y mediante el fraude electoral y la intervención del ejército, logran arrebatar el triunfo a Jaramillo mientras inicia una persecución contra militantes y simpatizantes del PAOM.
El mismo incidente se repetiría en 1952, cuando de nueva cuenta Jaramillo busca la gubernatura al mismo tiempo que el PAOM apoya la candidatura de Miguel Henríquez Guzmán a la presidencia de la república. Las elecciones del 52 fueron más violentas, a nivel estatal los jaramillistas eran perseguidos, secuestrados y asesinados, mientras que a nivel nacional los henriquistas sufrían el mismo tormento, siendo duramente reprimidos el día 7 de julio de 1952.
El autoritarismo priista estaba más que consolidado, las vías electorales se encontraban cerradas, por lo que los Henriquistas y los Jaramillistas se plantean la necesidad de emprender de nuevo una lucha armada. La insurrección tomaría lugar el día 4 de octubre de 1952 simultáneamente en los estados de Chihuahua, Michoacán, Sonora, Querétaro, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Morelos. Finalmente, Jaramillo se queda solo.
A diferencia de la primera insurrección Jaramillista de 1943, donde el uso de las armas está orientado a una estrategia de autodefensa, es decir, para evitar que los pistoleros del gobierno estatal asesinen a Rubén y sus seguidores, y el primer Plan de Cerro prieto está orientado a generar reformas dentro del aparato estatal, la insurrección de 1952 y su actualizado Plan de Cerro Prieto habla ya de la necesidad de una revolución total y del uso de las armas de una forma mucho más ofensiva, llegando el ejército Jaramillista a confrontar directamente al ejército mexicano y tomando poblados, ejecutando, previo juicio popular, a autoridades municipales, policiacas y miembros de la burguesía rural. La combatividad del movimiento Jaramillista creció en función del autoritarismo del Estado Mexicano. Poco a poco, Jaramillo fue dejando de lado los ideales nacionalistas y cardenistas para abrazar las tesis más cercanas al socialismo.
De 1952 a 1957, la guerrilla Jaramillista realizaba acciones esporádicas, sin
embargo, el desgaste de sus fuerzas frente a las del ejército hizo que paulatinamente, Jaramillo deseara re-integrarse a la lucha legal. Desde la clandestinidad apoyó e impulsó diferentes luchas populares y sindicales, y trató de revivir al PAOM, desarticulado después de los acontecimientos de 1952.
Finalmente en 1958, por conducto del entonces candidato Adolfo López Mateos, Jaramillo obtiene una nueva amnistía. Trata de nueva cuenta impulsar su lucha política en paz, impulsa un movimiento para democratizar a la Confederación Nacional Campesina y a la Liga de Comunidades Agrarias, así como seguir apoyando la lucha de los trabajadores del ingenio de Zacatepec. Se entrevista con un joven Fidel Castro y con el maestro guerrerense Genaro Vázquez Rojas. Sin embargo, Jaramillo seguiría expresando su descontento con el recalcitrante autoritarismo del Estado y la corrupción y corporativismo existente en las organizaciones populares oficialistas.
Temeroso, quizás, de su potencial como líder socia, Adolfo López Mateos junto con su secretario de gobernación, Gustavo Díaz Ordaz, ordenan el asesinato de Jaramillo y su familia, acción que se concreta el día 23 de mayo de 1962. Rubén Jaramillo, su esposa Epifania Zúñiga, embarazada del que sería el primer hijo biológico de Rubén, y sus hijos Ricardo, Filemón y Enrique, son sacados de su casa en Tlaquiltenango por elementos del ejército mexicano, trasladados a la zona arqueológica de Xochicalco y ejecutados con ametralladoras Thompson.
La rebelión Jaramillista, representa una coyuntura en la historia de las rebeliones en México. Por un lado, marca el final de las rebeliones del México post-revolucionario y marca el inicio de las futuras rebeliones guerrilleras del México contemporáneo. En la rebelión Jaramillista podemos identificar los elementos principales del proceso de radicalización de los movimientos populares en México: el origen de los agravios está ligado a las políticas del Estado e intereses de una clase económicamente dominante, su movilización cívica, pacífica y legal es reprimida y obstaculizada por el Estado y sus miembros son perseguidos, asesinados y criminalizados.
Así mismo, podemos apreciar la evolución del pensamiento y la praxis político y militar dentro del movimiento Jaramillista, la primera insurrección de 1943, como se mencionó con anterioridad, fue en lo militar un movimiento de autodefensa donde las armas tenían la tarea de proteger la vida de Rubén y sus seguidores, mientras en lo político apelaban al restablecimiento de las políticas del cardenismo que otorgaban garantías al campesinado para desarrollar su actividad política en paz.
La insurrección de 1953 es radicalmente diferente en el aspecto militar, tomando un sentido mucho más ofensivo en contra de las fuerzas del Estado y defendiendo un plan político donde en lugar de llamar a la reforma llama a la revolución total. Esto se debe, en gran medida al pensamiento tan ecléctico que Jaramillo desarrolló a lo largo de su vida, que, en palabras de Tanalíz Padilla: "iba del reformismo al comunalismo, a la lucha de clases, al antiimperialismo”
Las formas de pensar la política de oposición iban cambiando. En el siglo XIX y principios del XX la principal influencia filosófica para la naciente oposición anticapitalista en México había sido el anarquismo. Para mediados del siglo XX, el marxismo, con sus múltiples corrientes políticas, se posicionaba en el seno de la oposición, influyendo de manera importante en los movimientos que habrían de acontecer.
Jaramillo sentaría precedentes al ser el primero en reivindicar los ideales del zapatismo, lo cual haría que décadas después, ex combatientes jaramillistas mostraran su apoyo y simpatía por el EZLN. Así mismo, Florencio Medrano Medreros, el Güero, llamaría Rubén Jaramillo a la Colonia que fundaría en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Es así, como Rubén Jaramillo se convierte en el pionero de la guerrilla en México.
*Fuentes de referencia:
-Después de Zapata: El movimiento Jaramillista y los orígenes de la guerrilla en México (1940-1962): Tanalíz Padilla.
-México Armado:1943-1981: Laura Castellanos
-Rubén Jaramillo, Autobiografía y asesinato: Rubén Jaramillo y Froylán Manjarrez.
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