Redactado por Gerardo Alarcón Campos:
El 25 de mayo del año 2007, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, militantes del Partido Democrático Popular Revolucionario/Ejército Popular Revolucionario son detenidos-desaparecidos en las inmediaciones del Hotel El Árbol en la ciudad de Oaxaca en un operativo donde participarían elementos de las policías municipales y estatales del estado de Oaxaca, de la Policía Ministerial, de la Procuraría General de Justicia y el Ejército Mexicano.
La desaparición de Gabriel y Edmundo se da en el contexto de la represión contra el movimiento popular oaxaqueño de 2006-2007, durante el cual, el gobierno de Ulises Ruíz, hizo uso de escuadrones de la muerte y cárceles clandestinas para secuestrar, torturar, ejecutar y desaparecer disidentes políticos. Así mismo, forma parte de una ofensiva contrainsurgente emprendida por el gobierno de Felipe Calderón en los primeros años de su sexenio que da como resultado la desaparición repentina de algunas organizaciones político-militares.
Gabriel Alberto Cruz Sánchez nacio el 24 de marzo de 1952 en la Ciudad de Oaxaca. Desde la edad de 11 años al ingresar a la secundaria perteneciente a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca comenzaría a interesarse e involucrarse en los movimientos estudiantiles. En la década de los 60’s forma parte en la organización de la Coalición Obrero Campesino Estudiantil de Oaxaca y del Bufete Jurídico Universitario. Dentro de la UABJO Gabriel destacaria como militante estudiantil organizando círculos de estudio, rescatando mercancías decomisadas a los vendedores ambulantes y en la defensa del edificio central de la UABJO tomado por los estudiantes.
En 1970, en el contexto del asesinato del estudiante Gastón Eruviel Martínez Salazar, la asamblea estudiantil de la Preparatoria de la UABJO decide ejecutar el secuestro político de Sadot Sánchez Carreño, integrante de las juventudes priistas siendo Gabriel quien espontáneamente lo captura y lo retiene por tres días hasta que es detenido por la policía y encarcelado 8 meses, pues es liberado gracias a la movilización estudiantil exigiendo su libertad. En 1972, Gabriel se incorpora a las filas de la Unión del Pueblo, permaneciendo 35 años en la clandestinidad.
Por su parte, Edmundo Reyes Amaya nacio en San Pablo Huixtepec, Oaxaca el 10 de noviembre de 1949. Su infancia transcurre entre Oaxaca y la Ciudad de México en donde trabaja como obrero y albañil. Junto con su familia sería establecaria en la Ciudad de México y cada cierto tiempo viajaba a Oaxaca a visitar a su familia. Pero desde la década de los 90’s, Edmundo Reyes Amaya pertenecía a las filas del PROCUP, desarrollándo su actividad político-militar en la región de los Loxichas, lo cual lo puso bajo el radar de la inteligencia militar.
De acuerdo con un informe elaborado por el PDPR/EPR, Gabriel y Edmundo se encontraban desarrollando trabajo político en la entidad, consistente en reuniones con la estructura clandestina de la organización y de preparación política e ideológica en zonas urbanas y rurales en el marco del movimiento popular oaxaqueño.
Lo último que se sabe es que el día 24 de mayo Gabriel informaría al dispositivo encargado de su seguridad que sostendrian una reunión de trabajo por la noche y que dada la carencia de comunicación, no podrían reportarse a la hora acordada, por lo que llamaría a sus compañeros a mantener la calma y que ellos establecerian contacto al dia siguiente, 25 de mayo a las 6:00 am. A las 17:00 horas de ese día, ambos militantes fueron trasladados en un vehículo por una comisión del partido cerca de la Central de Autobuses de Oaxaca. Gabriel y Edmundo tendrían una reunión de trabajo con el Comité Estatal de la Organización en donde se elaboraria un comunicado que seria publicado el día 25 de mayo en la página del Centro de Documentación de los Movimientos Armados.
Al día siguiente, Gabriel y Edmundo se retiraron de la casa de seguridad a las 5:00 am y serian dejados en el mismo punto donde se les recogió, sin embargo, la llamada de Gabriel nunca ocurrió, a lo que el dispositivo de seguridad se propuso a localizar al militante mediante su número personal sin éxito. A pesar de que las llamadas entraron, nunca fueron respondidas, razón por la cual se activan los protocolos de seguridad. De acuerdo con el PDPR/EPR, la desaparición de Gabriel y Edmundo se produce el día 25 de mayo entre las 5:30 y 6:29 am.
De acuerdo con las indagatorias de la Comision de Mediación en base a los testimonios de testigos, vecinos y trabajadores, elementos de todas las corporaciones policiacas del estado de Oaxaca, de la Policía Ministerial, de la Procuraría General de Justicia, y 37 elementos del Ejército Mexicano adscritos a la VIII Region Militar acordonaron las calles Guadalupe Victoria y Calzada Francisco I Madero. Durante 40 minutos se monto un operativo durante el cual las fuerzas militares y policiacas controlaron el acceso a dichas calles y se catearon las instalaciones del hotel El Árbol, localizado a unas cuadras del punto en el que Gabriel y Edmundo fueron dejados.
Oficialmente no se detuvo a nadie en el operativo, argumentando que las fuerzas de seguridad habían atendido una denuncia sobre la presencia de 4 individuos con armas largas dentro de un vehículo, los cuales resultaron ser policías ministeriales de Chiapas qué se encontraban para ejecutar un mandato judicial.
En realidad, Gabriel y Edmundo fueron interceptados en este lugar mientras se dirigian a la casa de seguridad que el PDPR/EPR había destinado para refugiar a sus militantes. Todo parece indicar que las fuerzas de Seguridad ya tenían conocimiento de quienes eran los militantes del PDPR/EPR presentes en el lugar y su ruta a seguir, desplegando un fuerte dispositivo de seguridad que les permitiera ejecutar la detención de manera rápida.
De acuerdo con información entregada por el PDPR/EPR, Gabriel y Edmundo serían trasladados a los separos de la Procuraría Estatal de Justicia de Oaxaca donde el testimonio de una persona presente da constancia de que ambos se encontraban fuertemente golpeados a causa de las torturas. Meses después otros testimonios enteegados a la Comisión de Mediación refieren que ambos fueron trasladados a las instalaciones del Campo Militar No 1.
Ante la desaparición de sus compañeros, el EPR inicialmente se moviliza por vías políticas, denunciando el acto por medio de comunicados y con el apoyo de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
El gobierno de Felipe Calderón ignoraría los pronunciamientos del EPR, por lo que la organización daría inicio a una campaña nacional de hostigamiento, la primera después de 10 años sin realizar acciones militares. El 5 de julio de 2007, el EPR haría estallar bombas en ductos de Pemex ubicados en Salamanca, Celaya y Valle de Santiago, Guanajuato, posteriromente en Presa de bravo, municipio de Corregidora, Querétaro el día 10 de julio y finalmente en los gasoductos localizados en La Antigua, Ursulo Galván, Omealca, Mendoza, y Cumbres de Maltrata en Veracruz y en Cuapiaxtla, Tlaxcala el 10 de septiembre.
Los atentados y la subsecuente presión política de la oposición dentro de las cámaras de Diputados y Senadores, quienes criticarían duramente el desinterés de Calderón por dar respuesta las demandas del EPR, orillarían al gobierno federal a establecer una mesa de negociaciones con el grupo político-militar.
Durante cuatro años, la Comisión de Mediación recopilaría testimonios y pruebas sobre la participación de elementos militares en la desaparición de Edmundo y Gabriel. Así mismo, el EPR proporcionaría información sobre la localización de cárceles y fosas clandestinas utilizadas por el gobierno de Ulises Ruíz para torturar y desaparecer opositores.
Sin embargo, por parte del gobierno de Calderón no existiría el mínimo interés y voluntad política por esclarecer el caso, razón por la cual, la Comed anunciaría el fin de sus labores el 1 de octubre de 2013, turnando el avance de sus investigaciones a la Comisión de la Verdad del estado de Oaxaca, dedicada a esclarecer los casos de violación a los derechos humanos ocurridos en la entidad durante el movimiento popular de 2006 a 2007.
La investigación sobre el paradero de Gabriel y Edmundo continúa. Pese a que recientemente se giraron ordenes de aprehensión contra el ex procurador de justicia del estado de Oaxaca, Evencio Nicolás Martínez, así como en contra del ex director de la Policía Ministerial Pedro Hernández Hernández y algunos elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, algunos individuos señalados por el EPR y familiares de los desaparecidos como responsables directos de la desaparición de Edmundo y Gabriel también fueron desaparecidos y asesinados, tal es el caso de Jonás Gutiérrez Corro, comandante de la Policía Ministerial desaparecido el 23 de octubre de 2007, Alejandro Barrita, jefe de la Policía Auxiliar, asesinado el día 20 de enero de 2008 y Ariesteo López Martínez, director de la policía municipal de Oaxaca, señalado por ser jefe de los escuadrones de la muerte durante el conflicto magisterial, asesinado el día 23 de enero de 2009.
Así mismo, si bien la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el caso, el dictamen se encuentra suspendido, por lo que los familiares de Edmundo y Gabriel continúan exhortando a dicha institución para que resuelva a la brevedad dicha suspensión.
* Fuentes de Referencia:
-Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya: Frente Nacional de Lucha por el Socialismo.
-Los hijos de la ira: Emiliano Ruiz Parra.
-Cuando el Estado aplasta, Informe de la Comision de la Verdad sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo oaxaqueño en 2006 y 2007.
Comentarios
Publicar un comentario