Redactado por Gerardo Alarcón Campos:
La madrugada del 7 de junio de 1998, elementos del ejército mexicano al mando del general Juan Manuel Oropeza Guernica, comandante de la 27 Zona Militar, sitiaron la comunidad del El Charco, Guerrero, y abrieron fuego contra los salones de la escuela Caritino Maldonado Pérez, lugar donde se había desarrollado una asamblea del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente con miembros de las comunidades na´saavi y me´phaa, así como con estudiantes universitarios.
Los elementos militares descargaron contra la escuela ráfagas de balas y granadas de fragmentación que dañaron seriamente los modestos muros de la escuela y destrozaron las ventanas. Bajo amenazas e insultos, los militares instaron a los ocupantes de la escuela a salir, pero ante la negativa, la balacera se prolongaría hasta el amanecer.
A las siete de la mañana, los ocupantes de la escuela salieron y fueron concentrados en la cancha de basquetbol del pueblo. En este sitio, 11 de los 38 ocupantes de la escuela fueron ejecutados por elementos militares, 4 de ellos eran militantes del ERPI. Las victimas fueron: Honorio García Lorenzo, Mauro González Castro, Ricardo Zavala Tapia, Mario Chávez García, Fidencio Morales Castro, José Rivera, Zeferino Damián, Fernando Félix Guadalupe, Daniel Crisóforo Jiménez, Manuel Francisco Prisciliano y Apolonio Jiménez García.
En total hubo 27 detenidos, algunos de ellos heridos a los cuales se les negaría atención médica. Los detenidos fueron torturados en las instalaciones de la novena región militar en Acapulco, posteriormente fueron encarcelados acusados de terrorismo y asociación delictuosa, posteriormente de rebelión, conspiración e incitación a la rebelión.
La masacre del El Charco ocurre apenas tres años después de la masacre de Aguas Blancas, también en el estado de Guerrero, la cual orillaría al Ejército Popular Revolucionario a dar a conocer su existencia pública.
Así mismo, el ERPI surge a causa de discrepancias tácticas y políticas entre algunas células de la organización en el estado de Guerrero y la comandancia general del Ejército Popular Revolucionario, dando inicio a una serie de desprendimientos organizativos conocida como diáspora eperrista, y que anunciaría el surgimiento de una camada de nuevas organizaciones político-militares en el estado de Guerrero.
* Fuentes de referencia:
- Efrén Cortés, un hombre que recuerda que con un militar «no se juega: Tatiana Maillard
- La masacre de El Charco, en Guerrero, antecedente de la tragedia de Iguala: Álvaro Delgado y Gloria Leticia Díaz.
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