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El Grupo Popular Guerrillero – Arturo Gámiz:

Redactado por Gerardo Alarcón Campos:

El asalto al Cuartel Madera el 23 de septiembre de 1965 dejó como trágico saldo la caída en combate del principal dirigente e ideólogo del Grupo Popular Guerrillero, el profesor Arturo Gámiz García, junto con el doctor Pablo Gómez, Salomón Gaytán, Emilio Gámiz, Rafael Martínez Valdivia, Miguel Ángel Quiñonez, Oscar Sandoval y Antonio Escobel.

La derrota significó un duro golpe para todos los militantes de la organización. Aquellos que no habían logrado llegar a Madera el día del ataque a causa del mal tiempo que días antes había dejado intransitables los caminos de la sierra, tanto como los sobrevivientes al ataque y los que permanecían a las redes urbanas de la organización prontamente abandonaron el estado de Chihuahua para evitar caer en manos de la policía y el ejército, trasladándose a la capital del país en donde contaban con casas de seguridad. A finales de 1965, reunidos todos los integrantes en la Ciudad de México se da inicio a un proceso de análisis y discusión sobre cuáles fueron los factores que influyeron en la derrota en Madera y cuál sería el siguiente paso de la organización. 

El balance sobre el asalto al cuartel Madera concluye en que el grupo de ataque no contaba con el personal y las armas necesarias para poder someter a la guarnición militar, ya que estos elementos no pudieron llegar a tiempo para la acción a causa de las condiciones climatológicas que dejaron inutilizados los caminos días antes, quedando así en clara desventaja contra el enemigo. Así mismo, el grupo de ataque no contaba con información sobre la zona de combate, ignorando por completo el incremento de fuerzas militares en el cuartel.

Pero el que sin dudas sería el factor determinante de la derrota en Madera sería la delación del capitán Lorenzo Cárdenas Barajas, aquel supuesto ex miembro del ejército mexicano que se ufanaba de haber entrenado a los revolucionarios cubanos encabezados por Fidel Castro y que meses antes del ataque había dado una pobre y deficiente instrucción militar a los combatientes del GPG. Florencio Lugo, sobreviviente del ataque, mencionaría que la zona de batalla ya estaba preparada para el combate, mencionando la existencia de fogatas en las inmediaciones del cuartel, la ausencia del guardia de seguridad en la denominada Casa Redonda, la presencia del tren en las vías cercanas al cuartel y que al momento del enfrentamiento encendió sus luces sobre los atacantes, la presencia de armamento pesado listo para repeler la agresión y el despliegue de una columna de soldados en el pueblo, las cuales atacaron a los guerrilleros desde la retaguardia, acorralándolos e impidiéndoles la retirada. Todos estos indicios señalaban que el ejército mexicano ya tenía conocimiento sobre el ataque y que el único que les podía haber dado aquella información era Cárdenas Barajas. 

El siguiente punto de la discusión giró en torno al futuro de la organización y la estrategia a seguir para dar continuidad a la lucha. Dentro de la discusión surgen dos posturas con estrategias y concepciones muy diferentes. La postura encabezada por Pedro Uranga, e integrada por Saúl Ornelas, Guadalupe Jacott, y Juan Fernández proponen superar el carácter regional de la guerrilla mediante el desarrollo de un movimiento armado revolucionario de carácter nacional que impulsara la organización de otros focos de lucha en los estados del país mediante el reclutamiento de líderes sociales y simpatizantes de la lucha armada. 

Por otra parte, el grupo encabezado por Oscar González Eguiarte e integrado por Guadalupe Escobel, Jaime García Chávez y Ramón Mendoza, propone retornar a la sierra de Chihuahua, recuperar el contacto con los estudiantes y campesinos que apoyaron al GPG y reiniciar el trabajo político con los campesinos de la región para consolidar su base política para, posteriormente, poder desarrollar el trabajo militar, y en un futuro, plantearse otros objetivos para lograr la expansión del movimiento revolucionario.

La competencia por el liderazgo de la organización y el planteamiento de dos estrategias de lucha diferentes,derivó en la división del GPG en dos organizaciones: El Movimiento 23 de Septiembre, encabezado por Pedro Uranga y el Grupo Popular Guerrillero – Arturo Gámiz, encabezado por Oscar González Eguiarte.

Nacido el 11 de agosto de 1945 en la región norte del estado de Chihuahua, Oscar González Eguiarte estudiaría economía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Su militancia política iniciaría dentro de las filas de la Juventud Popular Socialista, lo que eventualmente lo llevaría a las filas de la Unión General de Obreros Campesinos de México, en donde participaría en el movimiento campesino y las invasiones de tierra. Durante estas jornadas de lucha, Oscar conocería a Arturo Gámiz. El trabajo de Oscar con los campesinos de la región lo llevaría a participar en los dos Encuentros de la Sierra, incorporándose también a las filas del Grupo Popular Guerrillero.

Durante los acontecimientos de septiembre de 1965, Oscar formaría parte de la red urbana compuesta en su mayoría por estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua que aguardaban expectantes la victoria de los comandos en el ataque al cuartel. Al saber de la derrota en madera, Oscar se refugiaría en la Ciudad de México.

Después de la división del GPG en dos organizaciones, el grupo de Oscar busca la forma de continuar desarrollando la lucha armada en el estado de Chihuahua y retomar el trabajo político con los campesinos de la región. En un inicio, el grupo busca trabajar coordinadamente con la Organización Nacional de Acción Revolucionaria, una incipiente organización político-militar encabezada por Rafael Estrada Villa, ex diputado del Partido Popular Socialista y asesorada militarmente por Cárdenas Barajas.

Sin embargo, la noche del 9 de marzo de 1966 Oscar y Ramón Mendoza, son detenidos en la ciudad de Chihuahua. Ambos regresaban de un largo viaje desde la Ciudad de México. Al llegar a la estación de autobuses, Oscar y Ramón decidieron trasladarse a pie hacia la casa de los padres de Oscar localizada en la calle Carlos Fuero No 603, cargando consigo una maleta en cuyo interior se hallaban un rifle M-1 y propaganda revolucionaria, así como una pistola calibre .22 bajo resguardo de Oscar. 

En el trayecto, ambos son interceptados por una patrulla. Los policías, al considerar sospechosos a los dos jóvenes que caminaban a altas horas de la madrugada, los interrogarían cuestionándoles sobre su lugar de procedencia y hacia donde se dirigían. Oscar y Ramón argumentarían que ambos eran estudiantes provenientes de la Ciudad de México y que simplemente retornaban a su casa para descansar. Los policías se ofrecerían a darles aventón hacia el domicilio que Oscar había mencionado, sin embargo, la patrulla que los trasladaba xse dirigió hacia la comandancia de la policía.

En dicho lugar, Oscar y Ramón ratificaron su coartada ante el comandante responsable de la estación. Sin embargo, ante la insistencia de los oficiales, el comandante ordena registrar la maleta de Oscar y Ramón. Al saber que iban a ser descubiertos el arma y la propaganda, Oscar desenfunda su pistola y descarga dos disparos contra uno de los oficiales. La sorpresiva acción le permite a Oscar y Ramón recuperar la maleta y huir de la estación de policía.

Sin otro lugar a donde ir, ambos se trasladan a casa de la familia de Oscar. La policía, teniendo información del domicilio, se dirige rápidamente al lugar rodeando por completo el domicilio. Oscar y Ramón discuten qué van a hacer. Acuerdan en que Ramón se adjudicaría el ataque contra el policía, ya que así Oscar podría recibir una sentencia leve que le permitiría salir de prisión en poco tiempo y reincorporarse a la lucha. 

Para obligarlos a salir, la policía dispara una granada de gas lacrimógeno al domicilio. Oscar saldría con las manos en alto, entregándose sin oponer resistencia. Por su parte, Ramón trataría de abrirse paso a tiros, pero una ráfaga de disparos hechos por la policía termina lesionándolo, recibiendo un tiro en el brazo izquierdo y un rozón de bala en el pecho.

Oscar y Ramón son consignados ante la policía de Chihuahua, quienes ya disponían de información referente a su participación dentro del GPG. Oscar pasaría un total de 15 meses en prisión, mientras que Ramón es sentenciado por el asesinato del policía y trasladado hacia las Islas Marías, lugar donde años después lograría fugarse con éxito. 

Las detenciones de Oscar y Ramón retrasarían las actividades del grupo al que pertenecían. Por su parte, el grupo encabezado por Pedro Uranga al enterarse de la caída, realizaría acciones militares en el estado de Chihuahua en muestra de solidaridad con quienes habían sido sus compañeros.

En el mes de junio de 1967, Oscar González Eguiarte es puesto en libertad tras no habérsele hallado responsabilidad en la muerte del oficial de policía que intentó registrar su equipaje dentro de la comandancia. Al salir de prisión, Oscar inmediatamente busca reestablecer el contacto con sus compañeros y aliados para retornar a las actividades revolucionarias.

Uno de ellos sería el ex diputado del PPS Rafael Estrada Villa, quien junto a otros ex militantes de dicho partido había conformado a la Organización Nacional de Acción Revolucionaria. Sin embargo al poco tiempo Oscar corta toda relación con la ONAR, al considerar que dicha organización no realizaba un esfuerzo serio para construir un movimiento revolucionario. Al poco tiempo, Rafael Estrada Villa es detenido. Estrada Villa, al igual que otros aspirantes a guerrilleros, mantuvo un contacto cercano con Lorenzo Cárdenas Barajas. Este hecho pudo ser el que llevara a Oscar a reconocer que Cárdenas Barajas era un agente del Estado destinado a infiltrar y destruir a las organizaciones revolucionarias.

Posteriormente, dentro de su Diario de Campaña, Oscar denuncia a Cárdenas Barajas, señalándolo como el responsable de haber entregado la información sobre el asalto al cuartel Madera al ejército, y que debido a la debilidad general del movimiento revolucionario, y a la habilidad del ex capitán para esconderse, no había sido posible llevar a cabo su ajusticiamiento.

Inmerso en la clandestinidad, Oscar contacta a Guadalupe Escobell y Juan Antonio Gaytán, formalizándose la creación del Grupo Popular Guerrillero-Arturo Gámiz. La nueva organización da inicio a la reactivación de la guerrilla rural de Chihuahua. El 7 de agosto de 1967, Oscar, acompañado por una columna de 6 combatientes, irrumpen en la hacienda del cacique y terrateniente Ramón Molina y lo ajustician. El grupo también expropia un total de nueve armas de fuego y se remonta a la sierra. Durante un periodo de cuatro meses, el GPG-AG recorre la región con el objetivo de establecer enlaces con simpatizantes de la zona y así construir una red de información y abastecimiento. Los recorridos serian realizados a caballo, los cuales fueron también expropiados a los caciques locales.

La reactivación de la guerrilla detonó la respuesta feroz e inmediata de los terratenientes, los cuales, a raíz del ajusticiamiento de Ramón Molina, crearon guardias blancas que comenzarían a dar caza a los guerrilleros. Tras meses de arduas caminatas, persecución constante y demás condiciones adversas, el grupo decide bajar de la sierra a principios de diciembre de 1967 para dar atención a los enfermos, visitar familiares, y hacer un balance estratégico y político que permita mejorar la calidad del grupo revolucionario, modificando ciertos aspectos de organización interna.

Uno de los objetivos también era la incorporación de nuevos elementos que fortalecieran las filas de la organización. Para ello se establece contacto con algunos ex militantes del PPS y con un grupo de jóvenes provenientes de la Juventud Comunista del PCM que habían participado activamente dentro del Frente Popular de Lucha Inquilinaria, de entre los cuales destaca el joven Carlos Armendáriz Ponce. Los nuevos reclutas recibirían entrenamiento físico y formación política antes de incorporarse de lleno a la clandestinidad y trasladarse a la zona de operaciones.

En abril de 1968 el grupo compuesto por Oscar, Guadalupe, Antonio, Carlos Armendáriz, Jesús María Casavantes, Juan Güereca, Joel de la Paz, José Luis Guzmán y Arturo Borboa Estrada, se remontan a la región de Tomochic y dan inicio a una nueva expedición guerrillera. Las marchas por la sierra chihuahuense se prolongan por tres meses, durante los cuales el GPG-AG intenta establecer vínculos con la dispersa población campesina de la región, obteniendo información y algunos recursos que les permitirían sobrevivir. Las marchas son extenuantes y al poco tiempo, Casavantes, Güereca y Joel de la Paz son reasignados al frente urbano.

Los habitantes de Tomochic le hacen saber al GPG-AG que el aserradero propiedad de Maderas de Tutuaca S.A, estaba ocasionando problemas a los campesinos locales, por lo que se tomó la decisión de realizar una acción militar en dicho lugar que sirviera de propaganda revolucionaria para ganar la solidaridad de los pobladores del lugar. Al amanecer del 19 de julio de 1968, el GPG-AG irrumpió en las instalaciones del aserradero, desarmaron y sometieron al vigilante, así como a algunos empleados administrativos del lugar. Al trasladar a los ocupantes del aserradero a un sitio seguro, los guerrilleros dieron la voz de alarma a los habitantes de las casas cercanas, advirtiéndoles que el aserradero iba a ser dinamitado. Los combatientes colocaron cargas de dinamita en las máquinas y las harían estallar. Al no ser suficientes las cargas, derramarían gasolina, reduciendo el lugar rápidamente a cenizas. Finalmente, dejarían un comunicado en donde se explican las causas por las cuales se actuó contra el aserradero, denominando a la operación como “Acción Miguel Quiñones”.

De manera inmediata, el Estado mexicano moviliza al ejército hacia el lugar de los hechos, dando inicio a una feroz persecución contra el GPG-AG. El grupo se interna en la sierra creyendo poder despistar al ejército. Sin embargo, al llegar a la comunidad de Yoquivo, el hijo del presidente municipal, Nepomuceno Parra, los delata ante el ejército. El grupo decide replegarse hacia el vecino estado de Sonora, buscando evadir el cerco militar. Las condiciones climatológicas se vuelven adversas impidiendo la movilización del grupo. También deciden cortar comunicación con los pobladores para evitar posibles nuevas delaciones.

El 9 de agosto de 1968, el grupo divisa un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, el cual transportaba a Nepomuceno Parra, quien guiaba a los militares hacia las rancherías locales, donde solicitaba información sobre los guerrilleros. Parapetados, los combatientes vigilan atentamente los movimientos del helicóptero. Hacia las 4 de la tarde, el aparato aterriza cerca de los guerrilleros, por lo que se da la orden de ataque. Uno de los militares, junto con Nepomuceno, huye hacia una milpa cercana, mientras el piloto intenta encender el helicóptero. Al fallar en su cometido, el piloto desciende del aparato y se refugia abajo del mismo, haciendo fuego contra los combatientes, quienes se ven en la necesidad de abatirlo. 

El grupo se dirige hacia la milpa, donde son recibidos a tiros por Nepomuceno, quien aprovecha el caos del momento para escapar. El otro militar es sometido, desarmado y amarrado. Los guerrilleros logran recuperar tres rifles M-2, dos Colt calibre .45 y la respectiva munición. Se toma la decisión de perdonar la vida al militar y dejar un comunicado reivindicando el combate como “Operación Antonio Scobell”.

El combate del 9 de agosto recrudece las operaciones militares contra el GPG-AG. El hambre y el cansancio comienzan a cobrar factura en los combatientes. Así mismo, el grupo tiene cada vez más dificultades para obtener apoyo y recursos de los habitantes locales, pues el ejército los ha amedrentado y amenazado para que se les entregue cualquier información referente al movimiento de los guerrilleros por la zona.

El 23 de agosto, el grupo choca con una columna del ejército en Mesa Larga, un paraje cercano a la comunidad de Gosogáchic, Sonora. Carlos Armendáriz desenfunda su rifle M-2 y abre fuego contra los soldados. El enfrentamiento se prolonga por 25 minutos; Oscar es herido en la espalda por lo que tiene que ser auxiliado por sus compañeros. Carlos les ordena a sus compañeros que emprendan la retirada, que él se quedaría para cubrirlos. El grupo obedece. Carlos caería en combate, protegiendo a sus compañeros,

Con Oscar herido, el escape del GPG-AG se dificulta, ya que su condición comienza a agravarse a causa de la carencia de material médico suficiente para curarlo y prevenir una infección, así como por la pobre alimentación y la fatiga. Después de 10 días la condición de Oscar no mejora, por lo que se toma la decisión de bajar a Ciudad Obregón para dar atención médica a Oscar y escapar del ejército.

El grupo se dirige hacia Tesopaco, Sonora en un avance lento y cauteloso pues la actividad militar persistía en la zona. Sin embargo en la comunidad de Tesopaco radicaban la gran mayoría de elementos militares y policiacos desplegados en la búsqueda del GPG-AG. A las primeras horas del día 8 de septiembre el grupo llega a un lugar llamado Corral de Piedra desde donde entrarían al pueblo de Tesopaco. José Luis Guzmán sería enviado a inspeccionar el área. De pronto, es interceptado por un vehículo. Cuando José Luis se proponía a investigar, del vehículo descienden policías judiciales y soldados quienes, al ver a José Luis armado, abren fuego sin previa mediación, matándolo instantáneamente.

El grupo se entera de la caída de José Luis y deciden separarse y abandonar el lugar. Oscar y Arturo Borboa llegan a un rancho solicitando ayuda. La policía y el ejército reciben la noticia sobre dos jóvenes que andan solicitando ayuda a los pobladores. Oscar y Arturo son identificados al momento y detenidos. Ambos fueron cruelmente torturados, se dice que se les cortó la planta de los pies y se les obligó a caminar descalzos sobre arena caliente, y que, aparentemente, a Oscar, le rebanaron la lengua. 

Por su parte, Guadalupe Escobel y Antonio Gaytán fueron detenidos en la carretera a Quiriego por elementos de la policía judicial y el ejército. Ambos sería trasladados a las afueras de Tesopaco en donde se tomó la decisión de ejecutarlos. Oscar, Arturo, Guadalupe y Antonio fueron fusilados el 11 de septiembre de 1968 por el ejército a las afueras de Tesopaco y sepultados a flor de tierra en el panteón municipal.

La muerte de los integrantes del Grupo Popular Guerrillero Arturo Gámiz no representó el fin de la lucha armada en el estado de Chihuahua. La década de los 70’s vería el resurgimiento de la lucha armada, pero centrada en las zonas urbanas. El legado de Oscar se mantendría vigente. Su diario de campaña sería estudiado por otras organizaciones como las Fuerzas de Liberación Nacional y la Liga Comunista 23 de Septiembre. Esta última organización, nombraría a uno de sus brazos rurales como Oscar González Eguiarte.

*Fuentes de referencia: 

-Los Informantes: Documentos confidenciales de la guerrilla en Chihuahua, Javier Contreras Orozco.

-Amargo Lugar sin Nombre: Crónica del Movimiento Armado Socialista en México (1960-1990), Hugo Esteve Díaz.

-Testimonios, Salvador del Toro Rosales.

-Nada es Gratuito en la Historia: texto localizado en el libro Dignificar la Historia 3, Cruce de Caminos, Luchas indígenas y las Fuerzas de Liberación Nacional: Grupo editorial de La Casa de Todas y Todos.

-Morir de Sed Junto a la Fuente: Minerva Armendáriz.

-Las Guerrillas de Chihuahua: Mario Menendez, Revista Por Qué?, Diciembre de 1968.

-11 de Septiembre de 1968, La Gesta Heroíca del Grupo Popular Guerrillero "Arturo Gámiz", Jesús Vargas. Vivir Para Contarlo No 4, Agosto 2021.

-Cómo Murieron en Tesopaco, Ignacio Lagarda Lagarda, Vivir Para Contarlo No 4, Agosto 2021.


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