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En memoria de Dení Prieto Stock.

Redactado por Gerardo Alarcón Campos. 

Dení Prieto Stock nació el 8 de septiembre de 1955. Proveniente del seno de una familia acomodada pero de profundas ideas liberales que sentarían las bases para su acercamiento y simpatía hacia los diferentes movimientos revolucionarios que en ese momento acontecian en el mundo.

Está sensibilidad la hizo involucrarse activamente en brigadas estudiantiles que trabajarian con campesinos de los estados de México y Tlaxcala. También participaría en los procesos de lucha estudiantil de 1968 y 1971, siendo testiga de la represión con la que el Estado mexicano daba respuesta a la acción colectiva estudiantil.

El fervor revolucionario de Dení la llevaría, al igual que otras y otros jóvenes, a participar dentro de una organización político-militar para impulsar un cambio revolucionario en México.

A los 18 años, Dení se incorporaría como militante urbana de las Fuerzas de Liberación Nacional donde desempeñaría, en palabras de sus compañeros, una militancia brillante, razón por la cual es promovida al grado de militante profesional, incorporándose de lleno a la clandestinidad.

Dení sería enviada al cuartel general de las FLN, la Casa Grande en Nepantla, donde permanecería un total de tres meses, aprendiendo las diversas tareas que la organización designaba para moldear el carácter y la disciplina de los militantes, desde las labores domesticas al manejo de las armas y educación técnica en diferentes oficios. 

En las semblanzas póstumas elaboradas por las FLN, se le recuerda como una compañera disciplinada, determinada, con una alta moral revolucionaria.

Dení moriría durante el asalto que el ejército mexicano y la Dirección Federal de Seguridad realizarían el 14 de febrero de 1974 a la Casa Grande de Nepantla.

En memoria de Dení Prieto Stock, articulo de Raúl Prieto publicado el 13 de marzo de 1974 en Excélsior:

"Dení Prieto Stock, mexicana, antes de ser declarada activista y tenida por presunta participante del asalto del tren de Puebla - asalto que la propia gerencia de los Ferrocarriles Nacionales de México se apresura a desmentir- sin ser juzgada ni menos aún sentenciada de acuerdo a las leyes de la Revolución Mexicana, es muerta el 14 de febrero en Nepantla, Estado de México.

El cadáver de Salvador Puig Antich fue entregado a sus padres, quienes al día siguiente, le dieron sepultura.

El cadáver de Dení Prieto Stock nunca fue entregado a sus padres, el dramaturgo Carlos Prieto y la señora Evelyn Stock de Prieto, ni tampoco sus pertenencias. Se les mostró el acta de defunción de su hija, en la cual aparece como "adulta desconocida" y se les indicó el número de la fosa del Panteón Civil de Dolores donde, al día siguiente de ser muerta y luego practicársele al autopsia, fue sepultada.

Varias organizaciones políticas españolas han desfilado por las calles de la ciudad de México, para condenar el asesinato de Salvador Puig.

Ninguna organización política podría manifestar públicamente su dolor por la desaparición de Dení Prieto.

Salvador murió a los 26 años, Dení murió a los 19.

La del 14 de febrero es noche de terror en la cuna de Sor Juana Inés de la Cruz. Aparecen dos batallones de soldados y una nube de agentes. Parte de ellos van guiados por un chivato y se aproximan a la granja que ocupan los "malhechores". Estalla la balacera. Dos de los que vivían en la granja (quedará casi demolida) salen, para atraer las fulgurantes y horrorosísimas descargas sobre ellos y distraerla: quieren, entregándose a la muerte, que por la puerta trasera escapen Dení y su compañera, ambas inermes, pero reciben una lluvia de proyectiles a los pocos pasos. Y así Dení muere.

Llanto por Salvador Puig Antich. Una lágrima siquiera por Dení Prieto Stock."

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